La última reforma de pensiones del Gobierno de Mariano Rajoy alumbró un sistema que se revalorizaba con un 0,25 por ciento anual, con independencia de lo que subiera el coste de la vida. Introducía, además, un factor de sostenibilidad que significaba que los pensionistas vieran reducidas sus pensiones desde el 10 por ciento para quienes se jubilaran al principio de esta década y un 30 por ciento para quienes lo hicieran entorno a 2035.

Desde que el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez comenzó su andadura ha trabajado por eliminar dicha reforma del Partido Popular y lograr un nuevo acuerdo del Pacto de Toledo que  garantice la sostenibilidad en los próximos 30 años.

Así, el primer acuerdo de pensiones firmado con sindicatos y patronal y avalado por el Congreso de los Diputados, derogó la reforma de 2013 del PP para garantizar el poder adquisitivo de las pensiones con una revalorización por ley del IPC del año anterior. Por primera vez en una década, los Presupuestos Generales del Estado de 2023 vuelven a aportar al Fondo de Garantía de las Pensiones, el conocido como “hucha de las pensiones”, más de 3.000 millones de euros. El Gobierno del PP con Rajoy dejó a cero ese fondo, que había encontrado con 67.000 millones al final del Gobierno de Rodríguez Zapatero, en 2012.

Este primer paquete de pensiones también llevó aparejada la subida de las pensiones no contributivas el 15 por ciento. Significa que las pensiones medias han subido más de 100 euros mensuales en el presente año. De este modo, los pensionistas mantendrán su poder de compra en un momento en el que la inflación se presenta a como uno de los principales problemas para la renta y el poder adquisitivo. 

Con el segundo acuerdo de pensiones, del que sólo han formado parte los sindicatos CC.OO. y U.G.T., ante la negativa de la patronal, y que se ha publicado ya en el B.O.E., los socialistas garantizan la viabilidad y la sostenibilidad financiera de las pensiones dando tranquilidad y seguridad a los pensionistas actuales y a quienes lleguen a serlo en las tres próximas décadas.

Las mujeres y quienes tengan una carrera laboral irregular se verán beneficiados con esta nueva reforma. También quienes trabajan en el medio rural, que en general tienen salarios más bajos, y los autónomos, beneficiarios de los mecanismos de solidaridad que se implantarán gradualmente.

Todo lo hasta aquí señalado resalta el compromiso de los socialistas con nuestro sistema público de pensiones. 

Pero las pensiones también se garantizan interviniendo en el mercado laboral, para que haya más cotizantes y que los salarios sean mejores.  Y ello lo ha conseguido el Gobierno de Pedro Sánchez aprobando la reforma laboral, que devolvía derechos a los trabajadores, daba más estabilidad en el empleo y mejoras salariales a través de una mejor negociación colectiva. Subir el salario mínimo hasta los 1.080 euros ha significado mejorar la situación actual de los trabajadores y a que, en el futuro, tengan mejores pensiones los trabajadores más precarizados.

Se puede concluir que los socialistas en el Gobierno han actuado sobre el mercado de trabajo, sobre los salarios y sobre las pensiones para mejorar la vida de la clase trabajadora y de los autónomos en el presente y cuando dentro de unos años sean pensionistas. La alternativa ya la conocemos: recorte de pensiones y subidas de dos euros al mes, que es donde quiere llegar Feijóo. Frente a ello, la mayoría social de este país, para la que trabaja Pedro Sánchez, quiere un sistema de pensiones público y que garantice el poder adquisitivo de los pensionistas actuales y las pensiones dentro de treinta años. En eso trabajamos.

Se puede afrontar una crisis reforzando derechos, con solidaridad intergeneracional con la redistribución de la renta como garantía de la cohesión social.
Con la crisis financiera, el gobierno de Rajoy preguntaba a Europa que tenía que hacer. Ahora Europa pregunta a España cómo lo tiene que hacer.
Tenemos gobierno y tenemos liderazgo de su presidente Pedro Sánchez.
Nos comprometemos con lo que creemos y cumplimos lo que decimos.

Artículo de Herminio Sancho, diputado del PSOE por la provincia de Teruel en el Congreso de los Diputados